En abril, las aguas mil, de Antonio Machado | Poema

    Poema en español
    En abril, las aguas mil

    Son de abril las aguas mil. 
    Sopla el viento achubascado, 
    y entre nublado y nublado 
    hay trozos de cielo añil. 
    Agua y sol. El iris brilla. 
    En una nube lejana, 
    zigzaguea 
    una centella amarilla. 
    La lluvia da en la ventana 
    y el cristal repiquetea. 
    A través de la neblina 
    que forma la lluvia fina, 
    se divisa un prado verde, 
    y un encinar se esfumina, 
    y una sierra gris se pierde. 
    Los hilos del aguacero 
    sesgan las nacientes frondas, 
    y agitan las turbias ondas 
    en el remanso del Duero. 
    Lloviendo está en los habares 
    y en las pardas sementeras; 
    hay sol en los encinares, 
    charcos por las carreteras. 
    Lluvia y sol. Ya se oscurece 
    el campo, ya se ilumina; 
    allí un cerro desparece, 
    allá surge una colina. 
    Ya son claros, ya sombríos 
    los dispersos caseríos, 
    los lejanos torreones. 
    Hacia la sierra plomiza 
    van rodando en pelotones 
    nubes de guata y ceniza.

    Antonio Machado (Sevilla, 1875 - Colliure, 1939) fue el más joven poeta de la generación del 98. Su vida en Madrid y París le llevó a formar parte del círculo de destacados literatos como Rubén Darío, Miguel de Unamuno, Ramón María del Valle-Inclán o Juan Ramón Jiménez. Autor prolífico, se dio a conocer con el poemario Soledades, de marcado carácter modernista, en 1903. Unos años más tarde, en 2912, publicó uno de sus libros más populares, Campos de Castilla. Destacan también, entre otras obras, Nuevas canciones (1914) y Páginas escogidas (1917). Miembro de la Real Academia Española, se exilió al pueblo francés de Colliure tras estallar la guerra civil española. Allí murió y allí descansa su tumba, símbolo del exilio republicano.