El corazón robado, de Arthur Rimbaud | Poema

    Poema en español
    El corazón robado

    ¡Mi triste corazón babea a popa, 
    mi corazón que colma el caporal 
    y me vierten en él chorros de sopa, 
    mi triste corazón babea a popa: 
    con las bromas sangrientas de la tropa 
    que brama un carcajeo general, 
    mi triste corazón babea a popa, 
    mi corazón que colma el caporal! 

    Itiofálicos y soldadinescos 
    sus chistes sangrientos lo han depravado; 
    y de noche componen unos frescos 
    itiofálicos y soldadinescos. 
    ¡Oleajes abracadabrantescos 
    llevadme el corazón, que sea lavado! 
    Itiofálicos y soldadinescos 
    sus chistes sangrientos lo han depravado. 

    Cuando se agoten sus chimós gargálicos 
    ¿cómo vivir, oh corazón robado? 
    llegarán con sus estribillos báquicos; 
    cuando se agoten sus chimós gargálicos 
    sentiré sobresaltos estomáquicos, 
    yo, el del corazón despedazado. 
    Cuando se agoten sus chimós gargálicos 
    ¿cómo vivir, oh corazón robado?

    Arthur Rimbaud (1854-1891) fue un poeta francés conocido por su influencia sobre literatura y artes modernas, que prefiguraron el surrealismo. Comenzó a escribir a una edad muy temprana y destacó como estudiante, pero abandonó su educación formal en su adolescencia para huir de su hogar a París en medio de la Guerra franco-prusiana. Durante su adolescencia tardía y su edad adulta temprana comenzó la mayor parte de su producción literaria, luego dejó de escribir por completo a la edad de 20 años, después de reunir una de sus principales obras, Illuminations

    • Me tragué un magnífico sorbo de veneno.— ¡Bendito sea tres veces el consejo que me dieron!— Las entrañas me queman. La violencia del veneno retuerce mis extremidades, me deforma, me tumba contra el suelo. Muero de sed, me sofoco, y no puedo gritar. ¡Es el infierno, el castigo eterno!