A la música, de Arthur Rimbaud | Poema

    Poema en español
    A la música

    Plaza de la estación de Charleville 
     
    A la plaza dispuesta con céspedes medrosos, 
    donde todo es correcto: los árboles, las flores, 
    asmáticos burgueses, que ahogan los calores, 
    traen todos los jueves, sus rencillas, celosos. 

    La banda militar, en medio del jardín, 
    toca el Vals de los pífanos y el chacó balancea; 
    en las primeras filas, rebulle un zascandil, 
    y, presumiendo de dijes, el notario pasea. 

    Rentistas con monóculo, subrayan los gazapos; 
    los burócratas gordos, arrastran sus esposas, 
    detrás de ellas van, cursis y presurosas, 
    damas de compañía, presumiendo de trapos. 

    Sobre los verdes bancos, drogueros retirados 
    que remueven la arena con su bastón de bola, 
    formalmente discuten los últimos tratados 
    y pinzan su rapé, meneando la chola. 

    Con su mórbida ijada del banco desbordando, 
    un dichoso burgués, de flamenca tripilla, 
    saborea el tabaco de su pipa de arcilla; 
    una brizna se escapa: ¡ah es de contrabando. 

    Rondan por la pradera, con su guasa, los pillos; 
    al son de los trombones y al olor a rosales, 
    los cándidos caloyos se sienten más mochales 
    y embelecan las amas, mimando a los chiquillos. 

    Yo ando desgarbado, como un estudiante; 
    y bajo los castaños, las chicas pizpiretas, 
    saben lo que yo espero; me miran un instante: 
    sus ojos están llenos de cosas indiscretas. 

    No digo una palabra, y miro y adivino 
    bordado el blanco cuello por los locos mechones, 
    sigo, bajo la blusa, los primorosos dones, 
    la curva de la espalda y su dorso divino. 

    Descubrí, un momento, la botina, la media; 
    ellas me encuentran raro, sonríen, tal vez duden... 
    reconstruye su cuerpo la fiebre que me asedia 
    y siento que los besos, a mis labios acuden. 

    Arthur Rimbaud (1854-1891) fue un poeta francés conocido por su influencia sobre literatura y artes modernas, que prefiguraron el surrealismo. Comenzó a escribir a una edad muy temprana y destacó como estudiante, pero abandonó su educación formal en su adolescencia para huir de su hogar a París en medio de la Guerra franco-prusiana. Durante su adolescencia tardía y su edad adulta temprana comenzó la mayor parte de su producción literaria, luego dejó de escribir por completo a la edad de 20 años, después de reunir una de sus principales obras, Illuminations

    • Me tragué un magnífico sorbo de veneno.— ¡Bendito sea tres veces el consejo que me dieron!— Las entrañas me queman. La violencia del veneno retuerce mis extremidades, me deforma, me tumba contra el suelo. Muero de sed, me sofoco, y no puedo gritar. ¡Es el infierno, el castigo eterno!