Rima 18. Fatigada del baile, de Gustavo Adolfo Bécquer | Poema

    Poema en español
    Rima 18. Fatigada del baile

    Fatigada del baile, 
    encendido el color, breve el aliento 
    apoyada en mi brazo 
    del salón se detuvo en un extremo. 

    Entre la leve gasa 
    que levanta el palpitante seno, 
    una flor se mecía 
    en compasado y dulce movimiento. 

    Como en cuna de nácar 
    que empuja el mar y que acaricia el céfiro 
    tal vez allí dormía 
    al soplo de sus labios entreabiertos. 

    ¡Oh!, ¡quién así, pensaba, 
    dejar pudiera deslizarse el tiempo! 
    ¡Oh, si las flores duermen, 
    qué dulcísimo sueño! 

    Gustavo Adolfo Bécquer, pseudónimo de Gustavo Claudio Domínguez Bastida, nació en Sevilla en 1836, e ingresó a los diez años en un colegio de huérfanos. Vivió más tarde con su madrina, donde empezó a leer a los autores realistas y románticos. En 1854 se instaló en Madrid. En 1857, sufrió una grave enfermedad. Posteriormente se dedicó al periodismo. Entre 1859 y 1861 escribe las primeras rimas y siete leyendas. En 1863 se recluye en el monasterio de Veruela, donde escribió Cartas desde mi celda. En 1868 Bécquer rompe con su esposa y se instala en Toledo. Reescribe las rimas. En 1870 muere su hermano Valeriano, el pintor, y tres meses más tarde él, en Madrid. Además de como poeta, donde revela una extrema sensibilidad, destaca como prosista, donde combina con maestría lo terrorífico y lo legendario.