Canción de la noche sola, de José Ángel Buesa | Poema

    Poema en español
    Canción de la noche sola

       I 


    Fue mía una noche. Llegó de repente, 
    y huyó como el viento, repentinamente. 

    Alumna curiosa que aprendió el placer, 
    fue mía una noche. No la he vuelto a ver. 

    Fue la noche sola de una sola estrella. 
    Si miro las nubes, después pienso en ella. 

    Mi amor no la busca; mi amor no la llama: 
    La flor desprendida no vuelve a la rama, 

    y las ilusiones son como un espejo 
    que cuando se empaña pierde su reflejo. 



       II 


    Fue mía una noche, locamente mía: 
    Me quema los labios su sed todavía. 

    Bella como pocas, nunca fue más bella 
    que soñando el sueño de la noche aquella. 

    Su amor de una noche sigue siendo mío: 
    La corriente pasa, pero queda el río; 

    y si ella es la estrella de una noche sola, 
    yo he sido en su playa la primera ola. 



       III 


    Amor de una noche que ignoró el hastío: 
    Somos las distantes orillas de un río, 

    entre las que cruza la corriente clara, 
    y el agua las une, pero las separa. 

    Amor de una noche: si vuelves un día, 
    ya no he de sentirte tan loca y tan mía. 

    Más que la tortura de una herida abierta, 
    mi amor ama el viento que cierra una puerta. 

    El amor florece tierra movediza, 
    y es ley de la llama trocarse en ceniza. 

    El amor que vuelve, siempre vuelve en vano, 
    así como un ciego que extiende la mano. 

    Amor de una noche sin amanecer: 
    ¡Acaso prefiero no volverte a ver!