Se deja de querer, de José Ángel Buesa | Poema

    Poema en español
    Se deja de querer

    Se deja de querer, y no se sabe 
    por qué se deja de querer: 
    Es como abrir la mano y encontrarla vacía, 
    y no saber, de pronto, qué cosa se nos fue. 

    Se deja de querer, y es como un río 
    cuya corriente fresca ya no calma la sed; 
    como andar en otoño sobre las hojas secas, 
    y pisar la hoja verde que no debió caer. 

    Se deja de querer, y es como el ciego 
    que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren; 
    o como quien despierta recordando un camino, 
    pero ya sólo sabe que regresó por él. 

    Se deja de querer, como quien deja 
    de andar por una calle, sin razón, sin saber; 
    y es hallar un diamante brillando en el rocío, 
    y que, ya al recogerlo, se evapore también. 

    Se deja de querer, y es como un viaje 
    detenido en la sombra, sin seguir ni volver; 
    y es cortar una rosa para adornar la mesa 
    y que el viento deshoje la rosa en el mantel. 

    Se deja de querer, y es como un niño 
    que ve cómo naufragan sus barcos de papel; 
    o escribir en la arena la fecha de mañana 
    y que el mar se la lleve con el nombre de ayer. 

    Se deja de querer, y es como un libro 
    que, aun abierto hoja a hoja, quedó a medio leer; 
    y es como la sortija que se quitó del dedo, 
    y sólo así supimos que se marcó en la piel. 

    Se deja de querer, y no se sabe 
    por qué se deja de querer...