Elegía para mí y para ti, de José Ángel Buesa | Poema

    Poema en español
    Elegía para mí y para ti

    Nous, nous rencontrerons par hassard, dans la rue... 
    Paul Géraldy 

     

       I 


    Yo seguiré soñando mientras pasa la vida, 
    y tú te irás borrando lentamente en mi sueño. 

    Un año y otro año caerán como hojas secas 
    de las ramas del árbol milenario del tiempo, 

    y tu sonrisa, llena de claridad de aurora, 
    se alejará en la sombra creciente del recuerdo. 



       II 


    Yo seguiré soñando mientras pasa la vida, 
    y quizás, poco a poco, dejaré de hacer versos, 

    bajo el vulgar agobio de la rutina diaria, 
    de las desilusiones y los aburrimientos. 

    Tú, que nunca soñaste más que cosas posibles, 
    dejarás, poco a poco, de mirarte al espejo. 



       III 


    Acaso nos veremos un día, casualmente, 
    al cruzar una calle, y nos saludaremos. 

    Yo pensaré quizás: «Qué linda es, todavía». 
    Tú, quizás pensarás: «Se está poniendo viejo». 

    Tú irás sola, o con otro. Yo iré solo, o con otra. 
    O tú irás con un hijo que debiera ser nuestro. 



       IV 


    Y seguirá muriendo la vida, año tras año, 
    igual que un río oscuro que corre hacia el silencio. 

    Un amigo, algún día, me dirá que te ha visto, 
    o una canción de entonces me traerá tu recuerdo. 

    Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas, 
    pensaré en ti un instante, pero cada vez menos. 



       V 


    Y pasará la vida. Yo seguiré soñando, 
    pero ya no habrá un nombre de mujer en mi sueño. 

    Yo ya te habré olvidado definitivamente, 
    y sobre mis rodillas retozarán mis nietos. 

    Y quizás, para entonces, al cruzar una calle, 
    nos vimos frente a frente, ya sin reconocernos. 



       VI 


    Y una tarde de sol me cubrirán de tierra, 
    las manos, para siempre, cruzadas sobre el pecho. 

    Tú, con los ojos tristes y los cabellos blancos, 
    te pasarás las horas bostezando y tejiendo. 

    Y cada primavera renacerán las rosas, 
    aunque ya tú estés vieja, y aunque yo me haya muerto.