Crepúsculo, de José Asunción Silva | Poema

    Poema en español
    Crepúsculo

    En la tarde, en las horas del divino 
    crepúsculo sereno, 
    se pueblan de tinieblas los espacios 
    y las almas de sueños. 

    Sobre un fondo de tonos nacarados 
    la silueta del templo 
    las altas tapias del jardín antiguo 
    y los árboles negros, 
    cuyas ramas semejan un encaje 
    movidas por el viento 
    se destacan oscuras, melancólicas 
    como un extraño espectro! 

    En estas horas de solemne calma 
    vagan los pensamientos 
    y buscan a la sombra de lo ignoto 
    la quietud y el silencio. 
    Se recuerdan las caras adoradas 
    de los queridos muertos 
    que duermen para siempre en el sepulcro 
    y hace tanto no vemos. 

    Bajan sobre las cosas de la vida 
    las sombras de lo eterno 
    y las almas emprenden su viaje 
    al país del recuerdo. 
    También vamos cruzando lentamente 
    de la vida el desierto 
    también en el sepulcro helada sima 
    más tarde dormiremos. 

    Que en la tarde, en las horas del divino 
    crepúsculo sereno 
    se pueblan de tinieblas los espacios 
    y las almas de sueños!

    • Esos recuerdos con olor de helecho 
      Son el idilio de la edad primera. 
      G.G.G. 

       
      Con el recuerdo vago de las cosas 
      que embellecen el tiempo y la distancia, 
      retornan a las almas cariñosas, 
      cual bandadas de blancas mariposas, 

    • Las cosas viejas, tristes, desteñidas, 
      sin voz y sin color, saben secretos 
      de las épocas muertas, de las vidas 
      que ya nadie conserva en la memoria, 
      y a veces a los hombres, cuando inquietos 
      las miran y las palpan, con extrañas