Tú no lo sabes, mas yo he soñado entre mis sueños color de armiño, horas de dicha con tus amores, besos ardientes, quedos suspiros cuando la tarde se tiñe de oro esos espacios que juntos vimos, cuando mi alma su vuelo emprende a las regiones de lo infinito.
Las cosas viejas, tristes, desteñidas, sin voz y sin color, saben secretos de las épocas muertas, de las vidas que ya nadie conserva en la memoria, y a veces a los hombres, cuando inquietos las miran y las palpan, con extrañas