Casi alba, como decir arroyo entre la fuente, como decir estrella, como decir paloma en cielo de alas.
Esta noche se ha ido casi aurora, casi ronda de luna entre montañas, como una sensación de golondrina al picar su ilusión en una rama.
Amanecer, sin alas para huirse, regreso de emoción hasta su alma, palomitas de amor entre mis manos que al asalto de amor subieron castas.
Noche rasgada al tiempo repetido, detenida ciudad de esencias altas, como una claridad rompes mi espíritu, circundas mi emoción como una jaula.
Amor callado y lejos... tímida vocecita de una dalia, así te quiero, íntimo, sin saberte las puertas al mañana, casi sonrisa abierta entre las risas, entre juego de luces, casi alba...
Soy ola de abandono, derribada, tendida, sobre un inmenso azul de sueños y de alas. Tú danzas por el agua redonda de mis ojos con la canción más fresca colgando de tus labios. ¡No la sueltes, que el viento todavía azota fuerte por mis brazos mojados,
Con los ojos cerrados amplia de voces íntimas me detengo en el siglo de mi pena dormida. La contemplo en su sueño... Duerme su noche triste despegada del suelo donde arranca mi vida. Ya no turba la mansa carrera de mi alma
Yo fui la más callada de todas las que hicieron el viaje hasta tu puerto.
No me anunciaron lúbricas ceremonias sociales, ni las sordas campanas de ancestrales reflejos; mi ruta era la música salvaje de los pájaros que soltaba a los aires mi bondad en revuelo.