Si mi amor es así, como un torrente, como un río crecido en plena tempestad, como un lirio prendiendo raíces en el viento, como una lluvia íntima, sin nubes y sin mar...
Si mi amor es de agua, ¿por qué a rumbos inmóviles lo pretenden atar?
Si mi amor rompe suelos, disuelve la distancia como la claridad, ataja mariposas al igual que luceros, y cabalga horizontes como cruza un rosal...
Si el universo es átomo siguiéndome las alas, ¿por qué medirme el trino cuando rompe a cantar?
Si mi amor ya no es mío, es yo misma borrando las riberas del mar, yo inevitablemente y fatalmente mía, germinándome el alma en mis albas de paz...
Si mi amor ya no roza fronteras con mi espíritu, ¡qué canción sin su vida puede ser en mi faz?
¡Si mi amor ya no es mío! Es tonada de espumas en los labios del mar...
Soy ola de abandono, derribada, tendida, sobre un inmenso azul de sueños y de alas. Tú danzas por el agua redonda de mis ojos con la canción más fresca colgando de tus labios. ¡No la sueltes, que el viento todavía azota fuerte por mis brazos mojados,
Con los ojos cerrados amplia de voces íntimas me detengo en el siglo de mi pena dormida. La contemplo en su sueño... Duerme su noche triste despegada del suelo donde arranca mi vida. Ya no turba la mansa carrera de mi alma
Yo fui la más callada de todas las que hicieron el viaje hasta tu puerto.
No me anunciaron lúbricas ceremonias sociales, ni las sordas campanas de ancestrales reflejos; mi ruta era la música salvaje de los pájaros que soltaba a los aires mi bondad en revuelo.