El Cristo de Velázquez, de León Felipe | Poema

    Poema en español
    El Cristo de Velázquez

    Me gusta el Cristo de Velázquez. 
    La melena sobre la cara... 
    y un resquicio en la melena 
    por donde entra la imaginación. 
    Algo se ve. 
    ¿Cómo era aquel rostro? 
    Mira bien, 
    compónlo tú. 
    ¿A quién se parece? 
    ¿A quién te recuerda? 
    La Luz entra 
    por los cabellos manchados de sangre 
    y te ofrecen un espejo. 
    ¡Mira bien!... ¿No ves cómo llora? 
    ¿No eres tú?... ¿No eres tú mismo? 
    ¡Es el hombre! 
    El hombre hecho Dios. 
    ¡Qué consuelo! 
    No me entendéis... 
    ¿Por qué estoy alegre? 
    No sé..., 
    tal vez porque me gusta más así: 
    el hombre hecho Dios, 
    que el Dios hecho hombre.

    • Oh, este dolor, 
      este dolor de no tener ya lágrimas; 
      este dolor 
      de no tener ya llanto 
      para regar el polvo. 
      ¡Oh, este llanto de España, 
      que ya no es más que arruga y sequedad... 
      mueca, 
      enjuta congoja de la tierra, 

    • Aquí estoy... 
      En este mundo todavía... Viejo y cansado... Esperando 
          a que me llamen... 
      Muchas veces he querido escaparme por la puerta maldita 
          y condenada 
      y siempre un ángel invisible me ha tocado en el hombro 
          y me ha dicho severo: 

    • Tu estabas dormida 
      como el agua que duerme en la alberca... 
      y yo llegué a ti 
      como llega 
      hasta el agua que duerme 
      la piedra. 
      Turbé tu remanso y en ondas de amor te quebraste 
      como en ondas el agua que duerme se quiebra 
      cuando 
      llega