Mar sesgo, viento largo, estrella clara, camino, aunque no usado, alegre y cierto, al hermoso, al seguro, al capaz puerto llevan la nave vuestra, única y rara.
En Scilas ni en Caribdis no repara, ni en peligro que el mar tenga encubierto, siguiendo su derrota al descubierto, que limpia honestidad su curso para.
Con todo, si os faltare la esperanza del llegar a este puerto, no por eso giréis las velas, que será simpleza.
Que es enemigo amor de la mudanza, y nunca tuvo próspero suceso el que no se quilata con firmeza.
Ya que quieres, cruel, que se publique, de lengua en lengua y de una en otra gente, del áspero rigor tuyo la fuerza, haré que el mismo infierno comunique al triste pecho mío un son doliente, con que el uso común de mi voz tuerza.