Nueva correspondencia 1955-1972, de Alejandra Pizarnik - Editorial Lumen

Tras Poesía Completa, Prosa Completa y Diarios de Alejandra Pizarnik, Lumen continúa la labor de publicación de estas piezas del rompecabezas formulado por la poeta argentina, con esta recopilación de sus cartas. Alejandra Pizarnik fue una de las más grandes poetas hispanoamericanas y la creadora de un universo propio y enigmático que todos quieren descifrar. El jeroglífico de su obra se despliega, también, en las cartas que escribió a sus allegados, desde a su familia hasta a grandes nombres de la cultura del siglo XX como Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares o Silvina Ocampo. Enviadas desde Buenos Aires, Nueva York o París, estas misivas son una muestra más de la lucidez de Pizarnik, quien mezcla los quehaceres más cotidianos con la alta reflexión literaria en unas cartas que son, en sí mismas, pequeñas obras de arte. Lumen ha publicado las distintas piezas del rompecabezas formulado por Alejandra Pizarnik: la Poesía Completa, la Prosa Completa y los Diarios. Ahora, Ivonne Bordelois y Cristina Piña han recopilado las cartas enviadas por Pizarnik en una edición imprescindible, que ilumina una nueva faceta de la magnética autora argentina. Reseñas: 'Para la numerosa legión de los pizarnikianos, estas cartas serán una lectura golosa, incluso en los pasajes que parecen anecdóticos y banales, pues su voz está siempre bajo el control de una lucidez extraordinaria y de un deseo inquebrantable de poesía' Edgardo Dobry, El País 'Las cartas personales de la gran poeta Pizarnik desvelan parte de su enigmático universo. Cartas que escribió a sus familiares y también a los grandes de la cultura como Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares o Silvina Ocampo. Estas misivas son en sí mismas pequeñas obras de arte. Poética' La Voz de Galicia 'Este nuevo epistolario, cuya edición corre a cargo de Bordelois y Cristina Piña, nos acerca al universo creativo, personal e íntimo de Pizarnik a través de las cartas a personalidades como Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo, Julio Cortázar y Osías Stutman. Una buena noticia para la numerosa legión de pizarnikianos' Gara 'Un hecho excepcional en la literatura argentina, que puede adjudicarse al aura de prestigio casi legendario que ha envuelto la vida y la obra de Alejandra Pizarnik' César Aira 'Al encanto de Pizarnik de ser una figura envuelta en el misterio y una personalidad inexplicable, hay que añadir el hecho de que palabra por palabra ella escribía la noche, y el lector que se acerque a ella descubrirá que esa escritura nocturna, que tenía un alto sentido del riesgo, nacía de la más pura necesidad, como a pocos escritores del siglo XX se les ha visto: una lírica extrema y también una tragedia' Enrique Vila-Matas, Babelia 'Alrededor de una obra breve, se despliega una constelación que va conformando la imagen de una de las poetas más leídas, comentadas y hasta mitificadas de la segunda mitad del siglo XX' Edgardo Dobry, El País 'Una escritura que no acaba nunca' Winston Manrique Sabogal, El País 'Sumergirse en la intimidad de la gran poeta argentina es adentrarse en las arenas movedizas de una pulsión suicida. ... Así es su escritura: el constante descubrimiento de una rosa con espinas. ... Se la lee de poco en poco, como quien paladea un vino añejo' Rocío Niebla, Tinta Libre 'Una figura de culto y una autora que se internó en infiernos raramente visitados en la literatura española' Rosa Martí, Esquire 'Pizarnik nos descubre un éxtasis en la inestabilidad del lenguaje y logra arrancarle una verdad mercurial y patética' Los Angeles Review of Books 'Basta nombrarla para que en el aire vibren la poesía y la leyenda. Una lírica extrema y también una tragedia' Luis Chitarroni
Tapa dura
236 x 157 mm
400 páginas
8426403867
9788426403865

Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires, en 1936. Fue hija de un matrimonio de inmigrantes judíos de Europa del Este. A los diecisiete años inició estudios de Filosofía y Periodismo, más tarde se inscribió en la carrera de Letras, que también abandonó. Asistió a clases de pintura en el taller de Juan Batlle Planas y a los diecinueve años publicó su primer libro, La tierra más ajena. A este le siguieron La última inocencia (1956), Las aventuras perdidas (1958), Árbol de Diana (1962), Los trabajos y las noches (1965), Extracción de la piedra de la locura (1968) y El infierno musical (1971). Entre 1960 y 1964 vivió en París, donde hizo amistad con Julio Cortázar, Octavio Paz y André Pieyre de Mandiargues. Al regresar a Buenos Aires obtuvo el Premio Fondo Nacional de las Artes y la Beca Guggenheim. Alejandra Pizarnik murió a los treinta y seis años tras haber forjado una de las obras más profundas y perdurables del siglo XX. 

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