Abril, de Álvaro García | Poema

    Poema en español
    Abril

    Abril, la ceremonia de las hojas 
    que sólo puede hablarse con la canción en blanco, 
    la consecuencia de lo inconsecuente 
    a trozos que se unen al decirlos 
    lo mismo que las rayas del paseo 
    se vuelven línea entera en la velocidad. 

    Las cosas son seguidas sólo en función del tiempo. 
    Nada enlaza al instante con su aroma. 
    El día por ejemplo, el día es qué, 
    pero de pronto es un azul tranquilo 
    para decirnos el secreto breve 
    de ser gente que vive y hace planes, 
    que plancha el día en la camisa húmeda 
    y pulveriza el agua contra el rostro. 

    Mañana no estaré ya en este día 
    que el aire desmenuza en los tejados 
    tendidos al poniente 
    y al cabeceo largo de las olas 
    en las que suena el respirar del mundo 
    igual que nadie 
    habrá vivido un día exacto al anterior. 
    Abril que nos descansa de haber gastado el tiempo. 
    Mañana no seremos ya los mismos, 
    mañana no será esto lo que mire, 
    aire blando de abril para silbarlo, 
    para decir el día con palabras 
    y que sean felices de ser respiración de la memoria 
    y por debajo de los hechos nítidos, 
    entregados al fuego de la continuidad y de lo útil, 
    esa precisa combustión de nada 
    en busca siempre de algo que se quema también para ser algo, 
    como el tiempo, tú y yo, 
    lo que arde exacto en fuegos inexactos, 
    saber y no saber y ver las olas 

    • Abril, la ceremonia de las hojas 
      que sólo puede hablarse con la canción en blanco, 
      la consecuencia de lo inconsecuente 
      a trozos que se unen al decirlos 
      lo mismo que las rayas del paseo 
      se vuelven línea entera en la velocidad.