Mientras vas, te aburres.
Sólo piensas en llegar.
Cuando llegas, no disfrutas.
Sólo piensas en alargar la estancia.
Luego, te marchas.
Tranquilo.
Volverás.
Volveremos.
Mientras tanto pasan:
- Los días.
- Las personas.
- Los agobios.
- Las entregas.
- Los etcéteras.
Por mucho que presumas,
por mucho que te esfuerces,
yo sé que no puedes capturar el tiempo.
Y tú también lo sabes.
Y la evidencia te tortura.
Tranquilo.
Morirás.
Moriremos.