Hay seres fulgurantes como la sed de las cenizas metáforas humanas que seducen y desconciertan como la sonrisa de los ciegos.
Hay seres tan de nadie que sólo se asoman desde el fondo de los espejos.
Hay noches tan domésticas que se echan a dormir hasta el amanecer.
Hay criaturas breves tan sumisas que no se han suicidado ni siquiera una vez.
Hay pecados mortales aún no absueltos por falta de imaginación.
Hay quienes fingen existir quienes desean quienes no saben existir quienes se niegan a existir quienes merecerían existir y quienes jamás existirán aunque insistan.