Las ovejas, de Andrés Bello | Poema

    Poema en español
    Las ovejas

    «¿Líbranos de la fiera tiranía 
    de los humanos, Jove omnipotente 
    ¡una oveja decía, 
    entregando el vellón a la tijera? 
    que en nuestra pobre gente 
    hace el pastor más daño 
    en la semana, que en el mes o el año 
    la garra de los tigres nos hiciera. 

    Vengan, padre común de los vivientes, 
    los veranos ardientes; 
    venga el invierno frío, 
    y danos por albergue el bosque umbrío, 
    dejándonos vivir independientes, 
    donde jamás oigamos la zampoña 
    aborrecida, que nos da la roña, 
    ni veamos armado 
    del maldito cayado 
    al hombre destructor que nos maltrata, 
    y nos trasquila, y ciento a ciento mata. 

    Suelta la liebre pace 
    de lo que gusta, y va donde le place, 
    sin zagal, sin redil y sin cencerro; 
    y las tristes ovejas ¡duro caso! 
    si hemos de dar un paso, 
    tenemos que pedir licencia al perro. 

    Viste y abriga al hombre nuestra lana; 
    el carnero es su vianda cuotidiana; 
    y cuando airado envías a la tierra, 
    por sus delitos, hambre, peste o guerra, 
    ¿quién ha visto que corra sangre humana? 
    en tus altares? No: la oveja sola 
    para aplacar tu cólera se inmola. 

    Él lo peca, y nosotras lo pagamos. 
    ¿Y es razón que sujetas al gobierno 
    de esta malvada raza, Dios eterno, 
    para siempre vivamos? 
    ¿Qué te costaba darnos, si ordenabas 
    que fuésemos esclavas, 
    menos crüeles amos? 
    Que matanza a matanza y robo a robo, 
    harto más fiera es el pastor que el lobo». 

    Mientras que así se queja 
    la sin ventura oveja 
    la monda piel fregándose en la grama, 
    y el vulgo de inocentes baladores 
    ¡vivan los lobos! clama 
    y ¡mueran los pastores! 
    y en súbito rebato 
    cunde el pronunciamiento de hato en hato 
    el senado ovejuno 
    «¡ah!» dice, «todo es uno». 

    • «¿Líbranos de la fiera tiranía 
      de los humanos, Jove omnipotente 
      ¡una oveja decía, 
      entregando el vellón a la tijera? 
      que en nuestra pobre gente 
      hace el pastor más daño 
      en la semana, que en el mes o el año 
      la garra de los tigres nos hiciera.