Profecía entre signos, de Antonio Martínez Sarrión | Poema

    Poema en español
    Profecía entre signos

    Déjame Renunciar a mi vida por esta vida, a mi palabra por la no hablada.
    T. S. Eliot 

     
    Aquí estarás 
    -déjame que invente esta tarde sin ti- 
    entre los utensilios prescindibles, ya de todo segura, 
    con la casa comida por la sal, y reíamos, 
    los cielos sofocantes del verano, aquí desnuda y tuya 
    (y algunos ratos mía) mientras vuelca el sirocco 
    mariposas quemadas, niños mudos, paladas 
    de cárdenos claveles -que tirábamos- 
    porque lo nuestro eran las margaritas pobres, 
    los caminos sin rumbo por el silente barrio 
    hasta encontrar el reto de las panaderías, 
    de las carpinterías con rótulos a mano, 
    de los atardeceres de color amaranto, 
    de las piernas sonámbulas y los ahumados pechos. 

    Aquí estarás, con la sonrisa tuya 
    entre gorrión mojado y huella del invierno 
    que de pronto nos abre los caminos de junio, 
    los fuegos de San Telmo en la ciudad inviable, 
    mientras, sobre el asfalto, sobre la atroz grisalla 
    insinúas -no dices- que el dentista es de níquel, 
    que la conspiración, de algún modo, hace agua, 
    que tu cuaderno azul se disolvió en el viento, 
    y que los dos zarpamos -abrazados y huérfanos- 
    rumbo al sueño, esa orden opaca e imperiosa, 
    que mañana remite, y allí estás, y aquí yo.