El arte de la prudencia, de Baltasar Gracián - Ediciones Martínez Roca

El Arte de la prudencia resume en trescientas frases una buena parte de la sabiduría práctica que permite triunfar en un mundo cada vez más competitivo y hostil. Su brevedad y su modernísima organización en fragmentos independientes no sólo favorecen una lectura casi permanente (si así se desea), la que resulta de frecuentar los pasajes preferidos o la que busca una respuesta rápida para una cuestión que no admite más retrasos, sino que convierten al libro en la lectura óptima para cualquier momento o lugar. El Arte de la prudencia quiere abarcar, con sólo trescientos aforismos comentados, las instrucciones, normas y explicaciones de la conducta humana. Es una suerte de universo en papel. La obra aspira a proporcionar una cuidadosa guía de los resultados de los actos propios y de los ajenos. De forma abreviada, de manera muy sugerente, con la participación del lector, el Arte de la prudencia enseña que no existe un solo camino para la prudencia o para el éxito. Sus textos, leídos de la manera que el lector prefiera (tal y como aparecen, en orden inverso, al azar, etc. ), constituyen un consejero inagotable, siempre el mismo y siempre distinto ya que el lector es quien decide el camino que se debe llevar. Este libro que Baltasar Gracián (1601-1658) publicó hace más de trescientos años goza de plena vigencia, por su enfoque práctico y por su atención a lo concreto. No es extraño que haya encontrado una excepcional acogida entre los lectores contemporáneos, como lo demuestra el éxito de sus numerosas ediciones en diversos países.
Tapa dura
235 x 155 mm
224 páginas
8484606414
9788484606413

Baltasar Gracián (1601-1658) se inició en el estudio de las letras europeas a muy temprana edad. Fascinado por materias de ética y teología, ingresó en el noviciado en 1619 para ordenarse sacerdote ocho años después. De ahí en adelante, consagró su vida a la docencia de humanidades y filosofía en distintas instituciones y a la predicación, así como a la redacción de los textos que le procuraron un lugar destacado entre los autores del Siglo de Oro. Sin embargo, estos le reportaron también desavenencias y conflictos con los miembros de su orden, que señalaban con dedo acusador el contenido escasamente doctrinal de sus obras, abordadas desde una perspectiva profana. De este modo, Gracián publicó bajo seudónimo obras tales como El héroe (1637), El político (1640), Arte de ingenio (1642), Tratado de la agudeza (1648), El discreto (1646), Oráculo manual y arte de prudencia (1647) y El Criticón (1651, 1653, 1657), cuya tercera parte determinó la caída en desgracia del autor, condenado a penitencia hasta su muerte. 

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