¡Estériles! ¿Para qué lloras? Si nunca podrás tener nada. Si a demoras siguen demoras, y la explicación huye alada, y amargan tu lengua las moras aún en agraz. ¿Y pides un poco de paz?
El drama es mil veces más viejo que tú. Piensa en Grecia y en Roma, y aún más atrás. No me quejo: de siempre hubo cuervo y paloma y la lucha atroz. ¿Un consejo? Déjate estar. La muerte te vendrá a buscar.
Porque nunca llega el verano que endulce las moras agraces. Amor ni divino ni humano, ni salmos ni bromas procaces, ni artista ni amigo ni hermano te saciarán. Ni vino ni agua ni pan.
Ni esto, ni eso, ni aquello. Puedes probar cada camino: acaban en nada. El destello que un tiempo llamaste 'divino' no es luz, y apenas si es bello. Es frío y crual. ¿A qué preocuparse por él?
¿A qué tanta lucha, si luego el fin es a todos igual? ¿A qué este jugar con el fuego, si juegues bien o juegues mal la muerte es el premio del juego? ¿O es el castigo? ¡Estériles...! Llora conmigo.
¡Estériles! ¿Para qué lloras? Si nunca podrás tener nada. Si a demoras siguen demoras, y la explicación huye alada, y amargan tu lengua las moras aún en agraz. ¿Y pides un poco de paz?