una vez a los 14 años los creadores me dieron mi único atisbo de esperanza. a mi padre no le gustaban los libros y a mi madre no le gustaban los libros (porque a mi padre no le gustaban los libros). sobre todo los que traía
teníamos peces dorados y no paraban de dar vueltas en la pecera sobre la mesa, cerca de las pesadas cortinas que cubrían el ventanal y mi madre, siempre sonriente, deseando que todos nosotros fuésemos felices, me decía, ¡Sé feliz Henry!
No sé cuántas botellas de cerveza consumí mientras esperaba que las cosas mejoraran. No sé cuanto vino, whisky y cerveza, principalmente cerveza consumí después de haber roto con una mujer esperando que el teléfono sonara
Como cualquiera podrá decirles, no soy un hombre muy agradable. No conozco esa palabra. Yo siempre he admirado al villano, al fuera de la ley, al hijo de perra. No aguanto al típico chico bien afeitado, con su corbata y un buen trabajo.
la casa de al lado me pone triste. el hombre y la mujer se levantan temprano y van a trabajar. vuelven a casa por la tarde, temprano. tienen un chico y una chica. a las 9 pm todas las luces de la casa están apagadas.