Poemas como pistoleros  
se sientan allí y  
hacen agujeros en mis ventanas  
mastican mi papel higiénico  
leen los resultados de las carreras  
descuelgan el teléfono.  
Poemas como pistoleros  
me preguntan  
a qué demonios juego,  
y si  
me gustaría  
acabar con un disparo.  
Tranquilo, digo  
la carrera no es  
para el rápido.  
El poema sentado al  
extremo sur del sofá  
dibuja  
y dice  
¡al diablo con esto!  
Tranquilo, compañero, tengo  
planes para  
ti.  
¿Planes, eh? ¿Qué  
planes?  
El New Yorker,  
amigo.  
Entonces pone su hierro  
lejos.  
El poema sentado en la  
silla al lado de la puerta  
se estira  
me mira:  
sabes, panzón, has  
estado muy lento  
últimamente  
a la mierda,  
digo,  
¿quién es el que juega  
este juego?  
todos corremos  
esta carrera dicen  
los pistoleros  
dibujando hierro:  
consíguelo  
así que  
aquí  
estás:  
este poema  
era el que  
estaba en  
lo alto del  
refrigerador  
destapando  
cervezas.  
Y ahora  
lo tengo  
fuera del camino  
y todos los demás  
sentados por allí apuntando  
sus armas hacia mí  
diciendo:  
¡soy el próximo, soy el próximo, soy  
el próximo!  
supongo que cuando muera  
los que queden  
saltarán sobre otro  
pobre  
hijo de puta. 
Charles Bukowski nació en Adernach, (1920-1994). Vivió en su infancia y adolescencia en un entorno familiar y social violento, hecho que marcaría el devenir de su posterior producción literaria. Pieza capital de la que se vino en llamar generación beat, su vida fue tan radical como las historias narradas en sus propias obras. Adicto al sexo, las drogas y el alcohol, su literatura, casi autobiográfica, es fiel reflejo de su lucha contra el aburguesamiento y la comodidad. Su realismo descarnado y lírico y su humor ácido y desencantado han influido en multitud de escritores de generaciones posteriores.