aquí,
escuchando a Tchaikovsky
en la radio.
por Dios, lo escuché 47 años atrás
cuando era un escritor muerto de hambre,
y aquí está
otra vez
y ahora soy un éxito menor como
escritor
y la muerte se pasea
por todos lados
en esta habitación
fumando mis cigarros
bebiéndose mi
vino
mientras Tchaik se abre camino
por su Patética,
que viaje ha sido
y la suerte que he tenido fue
porque lancé los dados
bien:
pasé hambre por mi arte, pasé hambre para
ganar 5 malditos minutos, 5 horas,
5 días-
sólo escribir la palabra
justa;
la fama, el dinero, no importaba
quería la palabra impresa
y ellos me querían en una perforadora,
una fábrica de producción
ellos querían que fuera un empleado de una
inmobiliaria.
bueno, la muerte dice, mientras se pasea,
te voy a alcanzar de todas formas
no importa lo que hayas sido:
escritor, taxista, chulo, carnicero,
paracaidista, te voy a
alcanzar...
está bien nena, le digo
bebamos juntos ahora
mientras la una a.m. se desliza a las 2
a.m. y
sólo ella conoce el
momento, pero he podido estafarla: tuve mis
5 malditos minutos
y mucho
más.