La noche en que estuve a punto de morir
estaba sudando en la cama
y podía oír a los grillos
y una pelea de gatos afuera
y sentí cómo mi alma se desprendía y
atravesaba el colchón
y justo antes de que tocara el suelo me levanté de un salto
estaba tan débil que casi no podía andar
pero caminé de un lado a otro y encendí todas las luces
después regresé a la cama
y otra vez mi alma se desprendió y atravesó el colchón
y me levanté de un salto
justo antes de que tocase el suelo
caminé de un lado a otro y encendí todas las luces
y después volví a la cama
y otra vez se desprendió y
me levanté
y encendí todas las luces
yo tenía una hija de 7 años
y estaba seguro de que ella no quería que muriese
sino no me hubiese
importado
pero durante toda aquella noche
nadie llamó por teléfono
nadie vino a verme con una cerveza
mi novia no llamó
todo lo que podía oír eran grillos y hacía
calor
y seguí entregado al asunto
levantándome y acostándome
hasta que el primer rayo de sol entró por la ventana
a través de los arbustos
y entonces me metí en la cama
y el alma se quedó
dentro por fin
y me dormí.
ahora la gente viene a verme
llaman a mi puerta y ventanas
el teléfono suena
el teléfono suena una y otra vez
recibo cartas fantásticas por correo
cartas de odio y cartas de amor.
todo vuelve a ser igual.
Charles Bukowski nació en Adernach, (1920-1994). Vivió en su infancia y adolescencia en un entorno familiar y social violento, hecho que marcaría el devenir de su posterior producción literaria. Pieza capital de la que se vino en llamar generación beat, su vida fue tan radical como las historias narradas en sus propias obras. Adicto al sexo, las drogas y el alcohol, su literatura, casi autobiográfica, es fiel reflejo de su lucha contra el aburguesamiento y la comodidad. Su realismo descarnado y lírico y su humor ácido y desencantado han influido en multitud de escritores de generaciones posteriores.