Carta a un desterrado, de Claribel Alegría | Poema

    Poema en español
    Carta a un desterrado

    Mi querido Odiseo: 
    Ya no es posible más 
    esposo mío 
    que el tiempo pase y vuele 
    y no te cuente yo 
    de mi vida en Ítaca. 
    Hace ya muchos años 
    que te fuiste 
    tu ausencia nos pesó 
    a tu hijo 
    y a mí. 
    Empezaron a cercarme 
    pretendientes 
    eran tantos 
    tan tenaces sus requiebros 
    que apiadándose un dios 
    de mi congoja 
    me aconsejó tejer 
    una tela sutil 
    interminable 
    que te sirviera a ti 
    como sudario. 
    Si llegaba a concluirla 
    tendría yo sin mora 
    que elegir un esposo. 
    Me cautivó la idea 
    que al levantarse el sol 
    me ponía a tejer 
    y destejía por la noche. 
    Así pasé tres años 
    pero ahora, Odiseo, 
    mi corazón suspira por un joven 
    tan bello como tú cuando eras mozo 
    tan hábil con el arco 
    y con la lanza. 
    Nuestra casa está en ruinas 
    y necesito un hombre 
    que la sepa regir 
    Telémaco es un niño todavía 
    y tu padre un anciano 
    preferible, Odiseo 
    que no vuelvas 
    los hombres son más débiles 
    no soportan la afrenta. 
    De mi amor hacia ti 
    no queda ni un rescoldo 
    Telémaco está bien 
    ni siquiera pregunta por su padre 
    es mejor para ti 
    que te demos por muerto. 
    Sé por los forasteros 
    de Calipso 
    y de Circe 
    aprovecha Odiseo 
    si eliges a Calipso 
    recuperarás la juventud 
    si es Circe la elegida 
    serás entre sus chanchos 
    el supremo. 
    Espero que esta carta 
    no te ofenda 
    no invoques a los dioses 
    será en vano 
    recuerda a Menelao 
    con Helena 
    por esa guerra loca 
    han perdido la vida 
    nuestros mejores hombres 
    y estas tú donde estas. 
    No vuelvas, Odiseo 
    te suplico. 

    Tu discreta Penélope