Algún día te escribiré un poema que no mencione el aire ni la noche; un poema que omita los nombres de las flores, que no tenga jazmines o magnolias.
Algún día te escribiré un poema sin pájaros, sin fuentes, un poema que eluda el mar y que no mire a las estrellas.
Algún día te escribiré un poema que se limite a pasar los dedos por tu piel y que convierta en palabras tu mirada. Sin comparaciones, sin metáforas; algún día escribiré un poema que huela a ti, un poema con el ritmo de tus pulsaciones, con la intensidad estrujada de tu abrazo. Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha.
¿Cómo lograr que la quieta palabra escrita posea la quietud del gato que duerme, cómo hacer que la torpe palabra nombre la oscuridad con mirada de gato, su fijeza, de qué manera conseguir palabras con la tersura de la piel del gato,
Solamente la luna faltaba en esta noche, en este momento robado a una noche de hace tiempos muertos que aparecen con la música, esa aletargada distancia de mi centro y esa especie de rencor profundo que vive en el lugar que ocupo.