Son los celos una guerra, de Diego de Silva y Mendoza | Poema

    Poema en español
    Son los celos una guerra

    Son los celos una guerra 
    que aflige, asombra y quebranta, 
    de quien la tierra se espanta 
    y de quien tiembla la tierra. 
      
    Nunca dejan sosegar 
    al corazón que maltratan; 
    en sólo un momento matan, 
    tardando un siglo en matar. 
      
    Son parasismo cruel 
    que atemoriza y suspende; 
    son rayo que el pecho hiende 
    y se queda dentro de él. 
      
    Son perro que está ladrando 
    y velar hace al sentido; 
    sueño que le trae dormido, 
    por momentos despertando. 
      
    Son una antigua querella, 
    son fuerza y son voluntad; 
    enemigos de verdad, 
    por ser tan amigos de ella. 
      
    Son jueces tan esquivos 
    que lo por venir castigan; 
    a dar libertad se obligan; 
    hacen los libres cautivos. 
      
    Son una larga avaricia 
    y un tributo de cuidado 
    que, después que se ha pagado, 
    se debe con más justicia. 
      
    Son un verdugo feroz, 
    a infames obras sujeto, 
    y un pregonero secreto 
    que habla sin lengua ni voz. 
      
    Son mar de tormenta y calma 
    donde nadie nos defiende, 
    y hierro que al alma prende 
    y se arranca con el alma. 
      
    Ponen la paz en destierro, 
    y son una piedra imán 
    que continuamente están 
    trayendo por fuerza el hierro. 
      
    Caminan hacia el olvido 
    y no paran donde llegan; 
    en lo porvenir se ciegan 
    y ven lo que no ha venido. 
      
    Tienen la envidia por madre, 
    y de amor van procediendo, 
    mas vuelven luego, en naciendo, 
    a engendrar su mismo padre. 
      
    ¡Oh enredo largo y prolijo 
    donde tal milagro se hace, 
    que el hijo del padre nace 
    y el padre nace del hijo! 
      
    Quiérome librar de ti, 
    pues ya, con dolor eterno, 
    vivo en perdurable infierno 
    o vive el infierno en mí.