Cuando miro hacia atrás me parece recordar el canto. Sin embargo, siempre fue silencioso en aquella larga y cálida habitación.
Impenetrables, esas paredes, que creíamos oscurecidas por escudos antiguos. La luz brillaba sobre la cabeza de una niña o jóvenes extremidades estirándose al descuido. Y las voces débiles se elevaban en el silencio y se perdían como el agua.
Sin embargo, pese a que era tranquila y cálida como una mano, si uno de nosotros corría las cortinas una lluvia continua soplaba afuera despreocupadamente. A veces entraba el viento, moviendo las llamas, y haciendo que las sombras en la pared se encogieran, o un lobo aullaba afuera en la noche inmensa, y sintiendo que nuestra carne se helaba nos amontonábamos.
Pero durante un tiempo el baile continuó— Esto es lo que me parece ahora: siluetas lentas moviéndose en calma a través de charcos de luz como una red dorada sobre el piso. Podría haber seguido, como un sueño, para siempre.
Pero entre un año y otro— ¿sopló un viento nuevo? ¿La lluvia pudrió las paredes al fin? ¿Los hocicos de los lobos llegaron empujando los rayos caídos?
Fue hace tanto tiempo. Pero a veces recuerdo la habitación con cortinas y escucho las lejanas voces juveniles cantar.
Poema en el idioma original
Fable
*
When I look back I seem to remember singing. Yet it was always silent in that long warm room.
Impenetrable , those walls , we thought, Dark with ancient shields. The light Shone on the head of a girl or young limbs Spread carelessly. And the low voices Rose in the silence and were lost as in water.
Yet, for all it was quiet and warm as a hand, If one of us drew the curtains A threaded rain blew carelessly outside. Sometimes a wind crept, swaying the flames, And set shadows crouching on the walls, Or a wolf howled in the wide night outside, And feeling our flesh chilled we drew together.
But for a while the dance went on - That is how it seems to me now: Slow forms moving calm through Pools of light like gold net on the floor. It might have gone on, dream-like, for ever.
But between one year and the next – a new wind blew ? The rain rotted the walls at last ? Wolves’ snouts came thrusting at the fallen beams ?
It is so long ago. But sometimes I remember the curtained room And hear the far-off youthful voices singing.