Fuego en voz alta para encender la primavera, de Efraín Bartolomé | Poema

    Poema en español
    Fuego en voz alta para encender la primavera

    Vibro 
    Estoy cantando 
    Ilumino la oscuridad cantando 
    De la fruta ligeramente amarga del corazón 
    se levantan delgadas capas de una suave corteza 
    Capas ligeras como el aroma que se desprende bajo el sol 
    de un paquete compacto de grandes hojas de tabaco 

    Estoy cantando 
    Me descubro extendiendo mi voz como la piel de un animal 
    que se pone al sereno llena de sal y estacas 
    estirada en la noche como una mancha 

    Estoy cantando 
    Voy extendiendo la noche como una piel enorme 
    y clavo las estacas de mi canto en la piel de la noche 
    y la cubro de sal con la sal de mi canto 
    y la pongo a secar con el calor pálido de la Luna 
    bajo el temblor de las estrellas 

    Abro la noche en dos 
    Afilo las estacas doradas de mi canto 
    Parto su corazón luminoso 
    Y lanzo la blanca sal de mi palabra 
    sobre la piel recién desollada de la noche 
    y la pongo a secar con las estrellas pálidas 

    Abro en dos cada estrella 
    y de su corazón cercenado por la estaca feroz de mi palabra 
    brota mi canto para regar de polvo estelar mi corazón sombrío 

    Y parto en dos mi corazón sombrío 
    y en mi mano sólo brilla una estrella alargada 
    y en el fondo de mi sombrío corazón sólo hay polvo de estrellas 
    que cae sobre la piel recién cortada de la Medianoche 
    que se extiende clavada contra un cielo vacío 
    donde sólo hay un canto como sal derramándose 

    Estoy aquí     Oigo las cosas crepitar bajo un incendio subterráneo 
    Me persigue cada ínfimo sonido de la noche cada rama delgada 
    cada crujido leve de la hojarasca 

    Cantando 
    he hundido mi mano hasta el fondo de mi sombrío corazón 
    y no sangre 
         y no dolor 
    sólo mi mano resplandeciendo de polvo estelar vibra bajo la noche 

    Y estoy cantando 
    Y estoy ardiendo 
    Y hay un enjambre luminoso en mi palabra negra 
    Yo soy la lengua de la noche 
    Soy sus negros pulmones 
    Y canto 
    Y ardo 
    Y me desprendo en capas sucesivas 
    en delgadas cortezas de mí mismo 
    como el aroma de las hojas compactas de tabaco 
    bajo la mano bienhechora del sol 

    Ah pero la noche hizo fogatas bajo las construcciones 
    Y hay hombres calentando sus manos junto a las fogatas 
    Y los hombres tiemblan de frío y repiten entre dientes mi canto 
    y una fogata interna los calienta y humean 
    y se desprenden de sí mismos cantando 
    como en delgadas capas como en cortezas sucesivas 

    Y en las casas hay madres preocupadas agitando termómetros 
    que vigilan la fiebre de sus hijos 

    Y hay hijos convalecientes que agradecen 
                   con la flor débil de su risa 
    los labios de las madres sobre su frente febril 
    Y los niños febriles y las madres cansadas 
    cantan entre dientes conmigo 
                   Y la luz los arropa 

    Y hay un enamorado con los ojos llenos de noche 
    que prepara una soga 
    y hay un adolescente arrodillado frente a un arma pequeña 
    y hay una joven fea preparando somníferos 
    y una muchacha hermosa preparando veneno 
    y desde la ceniza de su amor quebrantado 
    asoma poco a poco mi canción 
    y sube a su garganta 
    y mueve con dificultad sus mandíbulas tensas 
    y entre dientes repiten mi canto 
    y una sonrisa cada vez menos triste va naciendo en sus ojos 
    y el Orgullo comienza a crecerles por dentro como una rama tierna 

    Canto 
    Y mientras canto la Noche se desliza por el tren subterráneo 
    donde los hombres danzan una danza lentísima 
    con los brazos en alto sujetando quién sabe qué Seguridad inútil 
    con los ojos vacíos 
    o llenos hasta el borde de un material vacío 
    o mirando al vacío y reflejándolo en el espejo tibio de sus ojos 
    Danzando apenas con un ademán ciego y detenido en el aire 
    y sus piernas valsando un ritmo cada vez más ruinoso 
    a medida que el tren comienza a detenerse para entrar en la próxima estación 

    Y las manos 
    otra vez empuñando con desesperación ese poco de Seguridad 
    mientras beben el aire narcótico y la noche del túnel se alarga nuevamente 
    con un temblor que vibra bajo la danza insomne 
    de los hombres que avanzan con los ojos abiertos 
    hacia un futuro pequeño 

    Y yo canto 
    mientras la noche y su billón de pies danzando muellemente 
    sobre el tren subterráneo 
    les da a los hombres un espejo sucio donde ellos sólo miran el vacío 

    Pero todos los hombres cantan de pronto conmigo 
    y el cielo vuelve a descansar sobre sus rostros con sueño 
    Y sueltan la seguridad 
              y flotan 
    y van a la salida levitando 
    mientras la Noche teje un alba lentísima 
    Cantemos todos ahora 
    Sumerjamos nuestras manos en el polen oscuro de la noche 
    Hundamos nuestras manos hasta el fondo del corazón sombrío 
    Veamos nuestras manos iluminadas por el polvo estelar 
    Lavemos nuestras manos en el agua celeste 

    Con la mano derecha 
    hagan más grande la concha de su oído: 
    mi canto llega más allá de la estrella polar 
    porque de más allá viene mi canto.