Manantial, de Federico García Lorca | Poema

    Poema en español
    Manantial

    (Fragmento) 
     
    La sombra se ha dormido en la pradera. 
    Los manantiales cantan. 

    Frente al ancho crepúsculo de invierno 
    mi corazón soñaba. 
    ¿Quién pudiera entender los manantiales, 
    el secreto del agua 
    recién nacida, ese cantar oculto 
    a todas las miradas 
    del espíritu, dulce melodía 
    más allá de las almas...? 

    Luchando bajo el peso de la sombra, 
    un manantial cantaba. 
    Yo me acerqué para escuchar su canto, 
    pero mi corazón no entiende nada. 

    Era un brotar de estrellas invisibles 
    sobre la hierba casta, 
    nacimiento del Verbo de la tierra 
    por un sexo sin mancha. 

    Mi chopo centenario de la vega 
    sus hojas meneaba, 
    y eran hojas trémulas de ocaso 
    como estrellas de plata. 

    El resumen de un cielo de verano 
    era el gran chopo. Mansas 
    y turbias de penumbra yo sentía 
    las canciones del agua. 

    ¿Qué alfabeto de auroras ha compuesto 
    sus oscuras palabras? 
    ¿Qué labios las pronuncian? ¿Y qué dicen 
    a la estrella lejana? 
    ¡Mi corazón es malo, Señor! Siento en mi carne 
    la implacable brasa 
    del pecado. Mis mares interiores 
    se quedaron sin playas. 
    Tu faro se apagó. ¡Ya los alumbra 
    mi corazón de llamas! 
    Pero el negro secreto de la noche 
    y el secreto del agua 
    ¿son misterios tan sólo para el ojo 
    de la conciencia humana? 
    ¿La niebla del misterio no estremece 
    e1 árbol, el insecto y la montaña? 
    ¿El terror de las sombras no lo sienten 
    las piedras y las plantas? 
    ¿Es sonido tan sólo esta voz mía? 
    ¿Y el casto manantial no dice nada? 

    Mas yo siento en el agua 
    algo que me estremece..., como un aire 
    que agita los ramajes de mi alma. 

    ¡Sé árbol! (Dijo una voz en la distancia.) 
    Y hubo un torrente de luceros 
    sobre el cielo sin mancha. 

    Yo me incrusté en el chopo centenario 
    con tristeza y con ansia. 
    Cual Dafne varonil que huye miedosa 
    de un Apolo de sombra

    Federico García Lorca (Fuentevaqueros, 5 de junio de 1898 – camino de Víznar a Alfacar, 1936) fue un poeta y dramaturgo español, adscrito a la generación del 27. Desde pequeño entró en contacto con las artes a través de la música y el dibujo. En 1915 comenzó a estudiar Filosofía y Letras, así como Derecho, en la Universidad de Granada. Formó parte de El Rinconcillo, tertulia de los artistas granadinos, donde conoció a Manuel de Falla. Entre 1916 y 1917 realizó una serie de viajes por España con sus compañeros de estudios, que inspiraron su primer libro Impresiones y paisajes (1918). En 1919 se instaló en la Residencia de Estudiantes de Madrid, coincidiendo con numerosos artistas e intelectuales como Luis Buñuel, Rafael Alberti o Salvador Dalí. Allí empezó a florecer su actividad literaria, con la publicación de obras como Libro de poemas (1921) o El maleficio de la mariposa (1920). En 1929 viajó a Nueva York por sugerencia de Fernando de los Ríos, plasmando este viaje en Poeta en Nueva York, que se publicaría cuatro años después de su muerte, en 1940. En 1931 fundó el grupo teatral universitario La Barraca, para acercar el teatro al pueblo mediante obras del Siglo de Oro. Otro viaje a Buenos Aires en 1933 hizo crecer más su popularidad con el estreno de Bodas de Sangre y a su vuelta a España, un año después, siguió publicando diversas obras como Yerma o La casa de Bernarda Alba. En 1936, al regresar a Granada, fue detenido y fusilado por sus ideas liberales.