«-Amada pastora mía,
tus descuidos me maltratan,
tus desdenes me fatigan,
tus sinrazones me matan.
A la noche me aborreces
y quiéresme a la mañana;
ya te ofendo a medio día,
ya por la tarde me llamas;
agora dices que quieres,
y luego que te burlabas,
ya ríes mis tibias obras,
ya lloras por mis palabras.
Cuando te dan pena celos
estás más contenta y cantas;
y cuando estoy más seguro
parece que te desgracias.
A mi amigo me maldices
y a mi enemigo me alabas;
si no te veo me buscas,
y si te busco te enfadas.
Partíme una vez de ti,
lloraste mi ausencia larga,
y agora que estoy contigo
con la tuya me amenazas.
Sin mar ni montes en medio,
sin peligro ni sin guardas,
mar, montes y guardas tienes
con una palabra airada.
Las paredes de tu choza
me parecen de montaña,
un mar el llegar a vellas
y mil gracias tus desgracias.
Como tienes en un punto
el amor y la mudanza,
pero bien le pintan niño,
poca vista y muchas alas.
Si Filis te ha dado celos,
el tiempo te desengaña,
que como ella quiere a uno
pudo por otra dejalla.
Si el aldea lo murmura,
siempre la gente se engaña,
y es mejor que tú me quieras
aunque ella tenga la fama.
Con esto me pones miedo
y me celas y amenazas:
si lloras, ¿cómo aborreces?
y si burlas, ¿cómo amas?-».
Esto Belardo decía
hablando con una carta,
sentado al pie de un olivo
que el dorado Tajo baña.
Lope de Vega fue uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español y uno de los más prolíficos de la literatura universal. Cultivó todos los géneros literarios: desde las obras pastoriles La Arcadia y Los pastores de Belén, en las incluyó numerosos poemas, hasta la novela bizantina El peregrino en su patria, que incluye cuatro autos sacramentales, pasando por las novelas cortas de tipo italianizante La Filomena y La Circe. A la tradición de La Celestina, se adscribe La Dorotea, donde narra sus frustrados amores juveniles con Elena Osorio. Sin embargo, donde realmente vemos al Lope renovador es en el género dramático. Después de una larga experiencia escribiendo para la escena, compuso el Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, donde expone sus teorías dramáticas. Sus obras más conocidas son las que tratan los problemas de abusos por parte de los nobles, situaciones frecuentes en el panorama político de la España del siglo XV. Entre ellas se encuentran: Fuente Ovejuna, El mejor alcalde, el rey, Peribáñez y el comendador de Ocaña y El caballero de Olmedo. De tema amoroso son La doncella Teodora, El perro del hortelano, El castigo del discreto, La hermosa fea y La moza de cántaro.