La niña a quien dijo el ángel, de Félix Lope de Vega | Poema

    Poema en español
    La niña a quien dijo el ángel

    La Niña a quien dijo el Ángel 
    que estaba de gracia llena, 
    cuando de ser de Dios madre 
    le trujo tan altas nuevas, 

    ya le mira en un pesebre, 
    llorando lágrimas tiernas, 
    que obligándose a ser hombre, 
    también se obliga a sus penas. 

    ¿Qué tenéis, dulce Jesús?, 
    le dice la Niña bella; 
    ¿tan presto sentís mis ojos 
    el dolor de mi pobreza? 

    Yo no tengo otros palacios 
    en que recibiros pueda, 
    sino mis brazos y pechos, 
    que os regalan y sustentan. 

    No puedo más, amor mío, 
    porque si yo más pudiera, 
    vos sabéis que vuestros cielos 
    envidiaran mi riqueza. 

    El niño recién nacido 
    no mueve la pura lengua, 
    aunque es la sabiduría 
    de su eterno Padre inmensa. 

    Mas revelándole al alma 
    de la Virgen la respuesta, 
    cubrió de sueño en sus brazos 
    blandamente sus estrellas. 

    Ella entonces desatando 
    la voz regalada y tierna, 
    así tuvo a su armonía 
    la de los cielos suspensa. 

    Pues andáis en las palmas, 
    Ángeles santos, 
    que se duerme mi niño, 
    tened los ramos. 

    Palmas de Belén 
    que mueven airados 
    los furiosos vientos 
    que suenan tanto. 
    No le hagáis ruido, 
    corred más paso, 
    que se duerme mi niño, 
    tened los ramos. 

     
    El niño divino, 
    que está cansado 
    de llorar en la tierra 
    por su descanso, 
    sosegar quiere un poco 
    del tierno llanto, 
    que se duerme mi niño, 
    tened los ramos. 

    Rigurosos yelos 
    le están cercando, 
    ya veis que no tengo 
    con qué guardarlo. 

    Ángeles divinos 
    que vais volando, 
    que se duerme mi niño, 
    tened los ramos.

    Lope de Vega fue uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español y uno de los más prolíficos de la literatura universal. Cultivó todos los géneros literarios: desde las obras pastoriles La Arcadia y Los pastores de Belén, en las incluyó numerosos poemas, hasta la novela bizantina El peregrino en su patria, que incluye cuatro autos sacramentales, pasando por las novelas cortas de tipo italianizante La Filomena y La Circe. A la tradición de La Celestina, se adscribe La Dorotea, donde narra sus frustrados amores juveniles con Elena Osorio. Sin embargo, donde realmente vemos al Lope renovador es en el género dramático. Después de una larga experiencia escribiendo para la escena, compuso el Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, donde expone sus teorías dramáticas. Sus obras más conocidas son las que tratan los problemas de abusos por parte de los nobles, situaciones frecuentes en el panorama político de la España del siglo XV. Entre ellas se encuentran: Fuente Ovejuna, El mejor alcalde, el rey, Peribáñez y el comendador de Ocaña y El caballero de Olmedo. De tema amoroso son La doncella Teodora, El perro del hortelano, El castigo del discreto, La hermosa fea y La moza de cántaro.