Ya sé lo que me pasa.
Hube de mutilar ciertas rutinas
(ruinas)
excavarme el torácico sueño
(suelto)
pero ya lo sé y no hay distancia
que lo niegue.
Ya sé qué soy. Y tantas otras.
La comunicación no será mi fuerte
(suerte)
y las caracolas siguen calladas
(halladas)
en mitad del bosque.
Y tantas otras.
La cuna sonriente son lunas anilladas
(enquistadas)
al camino de la piedra que se mece
(verde)
yo y mil veces me miro el ombligo, se calla:
(su cara)
y escucha el humo de mi voz en las nubes
(ubres)
del silencio
entre miradas
después
ya no sé