Aforismos de Zürau, de Franz Kafka - Editorial Sexto Piso

En los Aforismos de Zürau, Kafka nombra a lo divino por primera vez llamándolo lo 'indestructible'. De esta manera hace referencia a aquello que se encuentra oculto pero siempre presente. Roberto Calasso logró, como nadie, percibir lo 'indestructible' del propio Kafka, por lo que decidió brindarle un majestuoso homenaje no sólo escribiendo el espléndido libro K., sino sacando a la luz esa potencia escondida en forma de otro libro, pero ahora en uno del propio Kafka: los Aforismos de Zürau. Esta maravillosa obra es producto del trabajo editorial realizado por Calasso a partir de los manuscritos originales que se encuentran en la Bodleian Library de Oxrford. Todo parecía indicar que Kafka nunca tuvo la intención de publicarlos en forma de libro autónomo, aunque sí salieron a la luz póstumamente en 1953, gracias a su amigo Max Brod, que los incluyó en la antología de escritos póstumos Preparativos para una boda en el campo con el título: Consideraciones acerca del pecado, el dolor, la esperanza y el camino verdadero. Sin embargo, son Calasso y el sello editorial Adelphi los que recrean la versión definitiva que Kafka deseaba. Y esa versión es justo la que tienen en sus manos. Para darnos una idea de la importancia que este libro entraña, mejor escuchemos a Calasso: 'Este libro es como un diamante muy puro, enraizado en los vastos yacimientos carboníferos que había en Kafka. En vano se buscaría, entre las compilaciones de aforismos del siglo, alguna que fuera tan intensa y enigmática. Publicados en conjunto, estos fragmentos ocuparían una veintena de páginas casi irrespirables. Puesto que cada fragmento es un aforismo en el sentido de Kierkegaard, un ser -aislado-, que debe respirar rodeado de un espacio vacío'.
Tapa blanda
170 x 110 mm
168 páginas
8493473901
9788493473907

Franz Kafka (Praga, 1883 - Kierling, Austria, 1924), escritor checo en lengua alemana. Nacido en el seno de una familia de comerciantes judíos, Franz Kafka se formó en un ambiente cultural alemán, y se doctoró en Derecho. Pronto empezó a interesarse por la mística y la religión judías, que ejercieron sobre él una notable influencia. Su obra, que nos ha llegado en contra de su voluntad expresa, pues ordenó a su íntimo amigo y consejero literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos, constituye una de las cumbres de la literatura alemana y se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX. En 1913, el editor Rowohlt accedió a publicar su primer libro, Meditaciones, que reunía extractos de su diario personal, pequeños fragmentos en prosa de una inquietud espiritual penetrante y un estilo profundamente innovador, a la vez lírico, dramático y melodioso. Sin embargo, el libro pasó desapercibido, los siguientes tampoco obtendrían ningún éxito fuera de un círculo íntimo de amigos y admiradores incondicionales. Entre 1913 y 1919 Franz Kafka escribió El proceso, La metamorfosis y La condena y publicó El fogonero, que incorporaría más adelante a su novela América, En la colonia penitenciaria y el volumen de relatos Un médico rural.

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