Yo sé cuál el objeto
de tus suspiros es.
Yo conozco la causa de tu dulce
secreta languidez.
¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué:
Tú acaso lo sospechas,
y yo lo sé.
Yo sé cuando tú sueñas,
y lo que en sueños ves.
Como en un libro puedo lo que callas
en tu frente leer.
¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué.
Tú acaso lo sospechas,
y yo lo sé.
Yo sé por qué sonríes
y lloras a la vez:
yo penetro en los senos misteriosos
de tu alma de mujer.
¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué.
Mientras tú sientes mucho y nada sabes,
yo que no siento ya, todo lo sé.