Horas alegres que pasáis volando porque a vueltas del bien mayor mal sienta; sabrosa noche que en tan dulce afrenta el triste despedir me vas mostrando;
importuno reloj, que apresurando tu curso, mi dolor me representa; estrellas con quien nunca tuve cuenta, que mi partida vais acelerando;
gallo que mi pesar has denunciado; lucero que mi luz va obscureciendo; y tú, mal sosegada y moza aurora;
si en vos cabe dolor de mi cuidado, id poco a poco el paso deteniendo, si no puede ser más, siquiera un hora.
Ojos claros, serenos, si de un dulce mirar sois alabados, ¿Por qué, si me miráis, miráis airados? Si cuando más piadosos, más bellos parecéis a aquel que os mira, no me miréis con ira, porque no parezcáis menos hermosos. ¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos, si de un dulce mirar sois alabados, ¿por qué, si me miráis, miráis airados? Si cuanto más piadosos, más bellos parecéis a aquel que os mira, no me miréis con ira, porque no parezcáis menos hermosos. ¡Ay tormentos rabiosos!
Horas alegres que pasáis volando porque a vueltas del bien mayor mal sienta; sabrosa noche que en tan dulce afrenta el triste despedir me vas mostrando;
importuno reloj, que apresurando tu curso, mi dolor me representa;