Pequeña letanía en voz baja, de Hérib Campos Cervera | Poema

    Poema en español
    Pequeña letanía en voz baja

    Elegiré una Piedra. 
    Y un árbol. 

    Y una Nube. 
    Y gritaré tu nombre 
    hasta que el aire ciego que te lleva 
    me escuche. 
    (En voz baja). 

    Golpearé la pequeña ventana del rocío; 
    extenderé un cordaje de cáñamo y resinas; 
    levantaré tu lino marinero 
    hasta el Viento Primero de tu Signo, 
    para que el Mar te nombre 
    (En voz baja). 

    Te lloran: cuatro pájaros; 
    un agobio de niños y de títeres; 
    los jazmines nocturnos de un patio paraguayo. 
    Y una guitarra coplera. 
    (En voz baja). 

    Te llaman: 
    todo lo que es humilde bajo el cielo; 
    la inocencia de un pedazo de pan; 
    el puñado de sal que se derrama 
    sobre el mantel de un pobre; 
    la mirada sumisa de un caballo, 
    y un perro abandonado. 
    Y una carta. 
    (En voz baja). 

    Yo también te he llamado, 
    en mi noche de altura y de azahares. 
    (En voz baja). 

    Sólo tu soledad de ahora y siempre 
    te llamará, en la noche y en el día. 
    En voz alta.