Ha entrado la noche, la noche de los días con sus noches, la tierras frías y los bosques muertos.
Ha entrado la noche de la carne y de los sentidos, la noche de las tierras caídas y los cielos muertos.
A la luz del alma crece tu alma, creció mi alma; a la luz del alma padecemos en cosas, y tu pavor en mi pavor, y mi pavor en tu pavor, toda tu soledad, toda mi soledad.
Ha entrado la noche: y yo rezo en tu canto, tu canto en la oración en la noche de los sentidos.
Tu corazón se enciende en tu esperanza; mi corazón se enciende en mi esperanza. En sí se gozan las lunas de sueño y los soles de paz de tu alma y mi alma. Asidas con tus manos lunas de amor; asidos con tus manos soles de amor.