Es la sombra del agua, de Jaime Sabines | Poema

    Poema en español
    Es la sombra del agua

    Es la sombra del agua 
    y el eco de un suspiro, 
    rastro de una mirada, 
    memoria de una ausencia, 
    desnudo de mujer detrás de un vidrio. 

    Está encerrada, muerta -dedo 
    del corazón, ella es tu anillo-, 
    distante del misterio, 
    fácil como un niño. 

    Gotas de luz llenaron 
    ojos vacíos, 
    y un cuerpo de hojas y alas 
    se fue al rocío. 

    Tómala con los ojos, 
    llénala ahora, amor mío. 
    Es tuya como de nadie 
    tuya como el suicidio. 

    Piedras que hundí en el aire, 
    maderas que ahogué en el río, 
    ved mi corazón flotando 
    sobre su cuerpo sencillo. 

    • Dulces muslos deseados, 
      íntima piel suave, 
      mujer en muslos dulces, 
      ¿dónde estás? ¿Qué ha quedado 
      de ti? Para mi boca 
      el aire calcinado. 
      Muslos de amor, 
      amantes, apretados, 
      tiernos, desnudos, sellados. 
      Esbeltos de mis ojos, 

    • Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos. 

    • Trato de escribir en la oscuridad tu nombre. Trato de escribir que te amo. Trato de decir a oscuras todo esto. No quiero que nadie se entere, que nadie me mire a las tres de la mañana paseando de un lado a otro de la estancia, loco, lleno de ti, enamorado.

    • La luna se puede tomar a cucharadas 
      o como una cápsula cada dos horas. 
      Es buena como hipnótico y sedante 
      y también alivia 
      a los que se han intoxicado de filosofía. 
      Un pedazo de luna en el bolsillo 
      es mejor amuleto que la pata de conejo: 

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