El padre se ha colgado en el lugar del péndulo. La madre está muda. La hija está muda. El hijo está mudo. Los tres siguen el tic tac del padre.
La madre es aire. El padre vuela a través de la madre. El hijo es uno de los cuervos de la plaza San Marcos de Venecia. La hija es una paloma mensajera.
La hija es dulce. El padre come a la hija. La madre corta al padre en dos come una mitad y ofrece la otra a su hijo.
El hijo es una coma. La hija no tiene cola ni cabeza. La madre es un huevo espoleado. De la boca del padre penden colas de palabras.
El hijo es una pala rota. Por eso el padre se ve obligado a trabajar la tierra con la lengua. La madre sigue el ejemplo de Cristóbal Colón. Camina sobre sus manos desnudas y atrapa con sus pies desnudos un huevo de aire tras otro. La hija repara el desgaste de un eco.
La madre es un cielo gris y abajo muy abajo se arrastra un padre de papel secante cubierto de manchas de tinta, El hijo es una nube. Cuando llora llueve. La hija es una lágrima imberbe.
los cabellos blancos de las piedras. los cabellos negros de las aguas. los cabellos verdes de los niños. los cabellos azules de los ojos. las aguas cierran los ojos pues del cielo caen piedras y niños. a las piedras a las aguas a los niños y a los ojos se les caen los cabellos.
y sigue golpeando y otra vez y así a continuación y una vez dos veces tres veces hasta mil y vuelve a empezar con más fuerza y golpea la gran tabla de multiplicar y la pequeña tabla de multiplicar y golpea y golpea y golpea
Soñabas con estrellas aladas, con flores que miman a flores en los labios del infinito, con fuentes de luz que se abren, con eclosiones simétricas, con sedas que respiran, con ciencias serenas, lejos de las casas de los mil dardos