Adrogué, de Jorge Luis Borges | Poema

    Poema en español
    Adrogué

    Nadie en la noche indescifrable tema 
    Que yo me pierda entre las negras flores 
    Del parque, donde tejen su sistema 
    Propicio a los nostálgicos amores 

    O al ocio de las tardes, la secreta 
    Ave que siempre un mismo canto afina, 
    El agua circular y la glorieta, 
    La vaga estatua y la dudosa ruina. 

    Hueca en la hueca sombra, la cochera 
    Marca (lo sé) los trémulos confines 
    De este mundo de polvo y de jazmines, 
    Grato a Verlaine y grato a Julio Herrera. 

    Su olor medicinal dan a la sombra 
    Los eucaliptos: ese olor antiguo 
    Que, más allá del tiempo y del ambiguo 
    Lenguaje, el tiempo de las quintas nombra. 

    Mi paso busca y halla el esperado 
    Umbral. Su oscuro borde la azotea 
    Define y en el patio ajedrezado 
    La canilla periódica gotea. 

    Duermen del otro lado de las puertas 
    Aquellos que por obra de los sueños 
    Son en la sombra visionaria dueños 
    Del vasto ayer y de las cosas muertas. 

    Cada objeto conozco de este viejo 
    Edificio: las láminas de mica 
    Sobre esa piedra gris que se duplica 
    Continuamente en el borroso espejo 

    Y la cabeza de león que muerde 
    Una argolla y los vidrios de colores 
    Que revelan al niño los primores 
    De un mundo rojo y de otro mundo verde. 

    Más allá del azar y de la muerte 
    Duran, y cada cual tiene su historia, 
    Pero todo esto ocurre en esa suerte 
    De cuarta dimensión, que es la memoria. 

    En ella y sólo en ella están ahora 
    Los patios y jardines. El pasado 
    Los guarda en ese círculo vedado 
    Que a un tiempo abarca el véspero y la aurora. 

    ¿Cómo pude perder aquel preciso 
    Orden de humildes y queridas cosas, 
    Inaccesibles hoy como las rosas 
    Que dio al primer Adán el Paraíso? 

    El antiguo estupor de la elegía 
    Me abruma cuando pienso en esa casa 
    Y no comprendo cómo el tiempo pasa, 
    Yo, que soy tiempo y sangre y agonía.

    Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899. Entre 1914 y 1921 vivió con su familia en Europa. A su regreso fundó las revistas Prisma y Proa, y publicó Fervor de Buenos Aires (1923) e Historia universal de la infamia (1935). Autor de poesía, cuento, ensayo y trabajos en colaboración, en las décadas siguientes su obra creció, fue traducida a más de veinticinco idiomas y alcanzó reconocimiento mundial. Fue presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, director de la Biblioteca Nacional, miembro de la Academia Argentina de Letras y profesor de la Universidad de Buenos Aires. Recibió importantes distinciones de gobiernos extranjeros, y el título de doctor honoris causa de las universidades de Columbia, Yale, Oxford, Michigan, Santiago de Chile, La Sorbona y Harvard. Obtuvo, entre otros galardones, el Premio Nacional de Literatura (Argentina, 1956) y el Cervantes (España, 1979). Considerado uno de los más importantes escritores en lengua hispana de la historia de la literatura, murió en Ginebra el 14 de junio de 1986.