Escala de amor, de Jorge Manrique | Poema

    Poema en español
    Escala de amor

    Estando triste, seguro, 
    mi voluntad reposaba, 
    cuando escalaron el muro 
    do mi libertad estaba: 

    a escala vista subieron 
    vuestra beldad y mesura, 
    y tan de recio hirieron, 
    que vencieron mi cordura. 

    Luego todos mis sentidos 
    huyeron a lo más fuerte, 
    mas iban ya mal heridos 
    con sendas llagas de muerte; 

    y mi libertad quedó 
    en vuestro poder cativa; 
    mas placer hobe yo 
    desque supe que era viva. 

    Mis ojos fueron traidores, 
    ellos fueron consintientes, 
    ellos fueron causadores 
    que entrasen aquestas gentes 

    que el atalaya tenían, 
    y nunca dijeron nada 
    de la batalla que vían, 
    ni hicieron ahumada. 

    Desde que hobieron entrado, 
    aquestos escaladores 
    abrieron el mi costado, 
    y entraron vuestros amores; 

    y mi firmeza tomaron, 
    y mi corazón prendieron, 
    y mis sentidos robaron, 
    y a mí sólo no quisieron. 



    Fin 



    ¡Qué gran aleve hicieron 
    mis ojos, y qué traición: 
    por una vista que os vieron, 
    venderos mi corazón! 

    Pues traición tan conocida 
    ya les placía hacer, 
    vendieran mi triste vida 
    y hobieran dello placer; 

    mas al mal que cometieron 
    no tienen escusación: 
    ¡por una vista que os vieron, 
    venderos mi corazón!

    Jorge Manrique (¿1440?-1479) fue un poeta del Prerrenacimiento español. Compuso apenas una cuarentena de obras, que pueden clasificarse en tres estilos: amoroso, burlesco y doctrinal. Prefería el lenguaje llano y sereno y la métrica corta y minuciosa, como la que le ofrecían la canción trovadoresca, la copla de pie quebrado, la esparza o la copla de arte menor. Es el autor de Las coplas a la muerte de su padre, uno de los clásicos de la literatura universal.