Yo visitaré anhelante, de José Martí | Poema

    Poema en español
    Yo visitaré anhelante

    Yo visitaré anhelante 
    los rincones donde a solas 
    estuvimos yo y mi amante 
    retozando con las olas. 

    Solos los dos estuvimos, 
    solos, con la compañía 
    de dos pájaros que vimos 
    meterse en la gruta umbría. 

    Y ella, clavando los ojos, 
    en la pareja ligera, 
    deshizo los lirios rojos 
    que le dio la jardinera. 

    La madreselva olorosa 
    cogió con sus manos ella, 
    y una madama graciosa, 
    y un jazmín como una estrella. 

    Yo quise, diestro y galán, 
    abrirle su quitasol; 
    y ella me dijo: “¡Qué afán! 
    ¡Si hoy me gusta ver el sol!” 

    “Nunca más altos he visto 
    estos nobles robledales: 
    aquí debe estar el Cristo, 
    porque están las catedrales.” 

    “Ya sé dónde ha de venir 
    mi niña a la comunión; 
    de blanco la he de vestir 
    con un gran sombrero alón.” 

    Después, del calor al peso, 
    entramos por el camino, 
    y nos dábamos un beso 
    en cuanto sonaba un trino. 

    ¡Volveré, cual quien no existe, 
    al lago mudo y helado: 
    clavaré la quilla triste: 
    posaré el remo callado!