Quinta luna, de José Pedroni | Poema

    Poema en español
    Quinta luna

    Con ojos que te sieguen huidiza, 
    soy el azor de tus benditos senos: 
    palomas que arrullando inflan el buche, 
    vasos que crecen a un divino fuego. 

    Y en verdad que tu vientre primerizo, 
    ni blanco ni moreno, 
    calladamente se deforma en cantaro 
    a la presion continua del misterio. 

    Ah, si me fuera dado referirte 
    lo inexplicable que en el alma siento, 
    y hacer de modo que tu angustia santa 
    se te vuelva alegria todo el tiempo! 

    Mujer, en el secreto de tu carne 
    es mi destino el que se esta cumpliendo; 
    y por eso sonrio a tu sonrisa 
    y sufro sin querer tu sufrimiento. 

    Y soy como un pastor ante su tierra 
    -que mi tierra es tu cuerpo-; 
    pastor que canta o que en la plaga llora 
    con los brazos abiertos! 

    Ah, poco a poco, como un niño triste, 
    de extraño mal me morire en silencio, 
    si lo que llevas, que es mi propia viña, 
    te lo destruye el viento. 

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