Cohabito con un oscuro animal. Lo que hago de día, de noche me lo come. Lo que hago de noche, de día me lo come. Lo único que no me come es la memoria. Se encarniza en palpar hasta el más chico de mis errores y mis miedos. No lo dejo dormir. Soy su oscuro animal.
La tarde bajaba por esa calle junto al puerto Con paso lento, balanceándose, llena de olor, Las viejas casas palidecen en tardes como ésta, Nunca es mayor su harapienta melancolía Ni andan más tristes de paredes,
Un hombre deseaba violentamente a una mujer, a unas cuantas personas no les parecía bien, un hombre deseaba locamente volar, a unas cuantas personas les parecía mal, un hombre deseaba ardientemente la Revolución y contra la opinión de la gendarmería