Aquel si viene o no viene, aquel si sale o no sale, en los amores no tiene contento que se le iguale. Aquel pensar que es amado el amante y venturoso y tenerse por dudoso de verse bien empleado, si con esto se mantiene y que el seso no resbale, en los amores no tiene contento que se le iguale. Aquel mirarse de día ella a él y él a ella, y esperar la noche bella y hablarle como solía: aquel cuando se detiene aguardando quien le vale, en los amores no tiene contento que se le iguale. Aquel pensar si me ha oído si me ha visto por ventura, si llegó la hora y postura que se había constituido; si en esperanza se aviene y el amor con esto sale, todito el mundo no tiene contento que se le iguale. Aquellas señas que espere que le señale la dama, aquel ¡ce! con que le llama, aquel decir que le quiere, aquel sí cuando conviene en cosa que poco vale, en los amores no tiene contento que se le iguale.
Aquel si viene o no viene, aquel si sale o no sale, en los amores no tiene contento que se le iguale. Aquel pensar que es amado el amante y venturoso y tenerse por dudoso de verse bien empleado, si con esto se mantiene