Diálogo perdido entre don Quijote y Sancho, de León Felipe | Poema

    Poema en español
    Diálogo perdido entre don Quijote y Sancho

    —Todos andan buscando, Sancho, una paloma por el mundo y nadie la encuentra. 
    —Pero ¿qué paloma es la que buscan? 
    —Es una paloma blanca que lleva en el pico 
    el último rayo amoroso de luz 
    que queda ya sobre la tierra. 
    —Como la golondrina de Tristán. 
    —Eso, como la golondrina de Tristán. Bien te acuerdas Sancho. 
    Aquel cabello dorado de Isolda 
    que dejó caer la golondrina sobre el hombro cansado del Rey 
    era el rayo de amor que andaba buscando el hombre sobre la tierra 
    Pero no es esto... 
    Hay otra definición; 
    te lo explicaré mejor: 
    esa paloma que andan buscando 
    es aquella que una vez se le posó en la cabeza 
    a un pobre Nazareno en el Jordán; 
    aquello si fue un buen juego de prestidigitación: 
    un hombre sencillo entra a bañarse en el Jordán, 
    se le posa una paloma blanca sobre la cabeza 
    y sale de las aguas... 
    convertido en el hijo de la Luz... 
    en el hijo de Dios... 
    en el hijo del Hombre... 
    Y aquel juego se hizo sin trucos y sin trampas... 
    por eso fue un gran milagro. 
    ¡¡El gran milagro del mundo!! 
    Desde entonces 
    el Hombre vale más... 
    Y desde entonces todos andan buscando esa paloma para que se haga otra vez el Milagro... 
    ¡y el Hombre valga más!

    • Ahora camino de noche 
      porque las noches son claras... 
      Y esta noche no hubo luna, 
      no hubo luna amiga y blanca... 
      y había pocas estrellas, 
      pocas estrellas y pálidas... 

      Y era todo triste sin la luna amiga... 
      y era todo negro sin la luna blanca. 

    • Ser en la vida romero, 
      romero sólo que cruza siempre por caminos nuevos. 
      Ser en la vida romero, 
      sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo. 
      Ser en la vida romero, romero..., sólo romero. 
      Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo, 

    • Y ahora pregunto aquí: 
      ¿quién es el último que habla, el sepulturero o el Poeta? 
      ¿He aprendido a decir: Belleza, Luz, Amor y Dios 
      para que me tapen la boca cuando muera, 
      con una paletada de tierra? 
      No. He venido y estoy aquí, 

    • Oí tocar a los grandes violinistas del mundo, 
      a los grandes 'virtuosos'. 
      Y me quedé maravillado. 
      ¡Si yo tocase así!... ¡Como un 'Virtuoso'! 
      Pero yo no tenía 
      escuela 
      ni disciplina 
      ni método... 
      Y sin estas tres virtudes 

    • No he venido a cantar 
      No he venido a cantar, podéis llevaros la guitarra. 
      No he venido tampoco, ni estoy aquí arreglando mi expediente 
      para que me canonicen cuando muera. 
      He venido a mirarme la cara en las lágrimas que caminan hacia el mar, 
      por el río