Galdós, novelista, de Leopoldo Alas ‘Clarín’ - Editorial Renacimiento

El presente tomo quiere acercar al estudioso de la novela del último cuarto del siglo XIX a la amplia serie de artículos que, en la prensa de la época, Leopoldo Alas 'Clarín' dedicó a la narrativa galdosiana, sólo accesibles en sus Obras Completas. Los artículos agavillados, procedentes de los periódicos El Solfeo, La Unión, El Imparcial, La Publicidad, El Día, Las Novedades de Nueva York, etc., y de revistas como la Revista Europea, La Ilustración Ibérica o La España Moderna, ponen de relieve que la historia de la teoría y la crítica de la novela española de ese período es la historia de la novelística galdosiana por Clarín. La máxima novedad del presente libro, que tiene como base la benemérita selección Galdós que ediciones Renacimiento dio a la luz en 1912, inaugurando un proyecto de Obras Completas de Alas que nunca se completó, es la publicación de las reseñas críticas que el maestro asturiano dedicó a El amigo Manso y El doctor Centeno (en la prensa madrileña y barcelonesa) y a las novelas de la década de los 90 en Las Novedades de Nueva York. La importancia de Galdós, novelista viene dada por la particular atención que Clarín dedico al mayor novelista de la literatura española después de Cervantes, dando cuenta crítica, puntual y rigurosa, de su trayectoria narrativa desde Doña Perfecta (1876) hasta Bodas Reales (1900). El libro constituye el testimonio fundamental de la historia de la novela española del gran realismo decimonónico, desde la creación y desde la crítica, en un escenario en el que confluyen todas las variaciones del arte de la novela europea. Leopoldo Alas 'Clarín' (1852-1901), autor de La Regenta (1884-1885), una de las grandes novelas europeas del siglo XIX, además de forjar un universo narrativo excepcional, fue el mejor crítico literario del último cuarto del siglo XIX. Formado en los estudios de Derecho a la sombra de Francisco Giner de los Ríos, Clarín inició sus labores críticas (casi siempre en periódicos y revistas) en El Solfeo, un periódico menor, en 1875. Luego su mapa de colaboraciones en la prensa fue amplísimo. Priorizó la novela y defendió las poéticas realista y naturalista, aunque en la última década del XIX fue permeable a otras direcciones narrativas. De continuo se ocupó de sus novelistas preferidos: Pérez Galdós y Émile Zola. Se trata –Sobejano dixit– de 'un crítico que piensa y hace pensar, que siente y hace sentir'. Especialmente su labor crítica sobre Galdós tiene un acento de vitalidad permanente. Adolfo Sotelo Vázquez. Catedrático de Literatura Española de la Universidad de Barcelona, es director de la Cátedra Camilo José Cela de Estudios Hispánicos de la Universidad Camilo José Cela (Madrid). Ha sido comisario de las Exposiciones –Madrid (Biblioteca Nacional) y Santiago de Compostela (Cidade da Cultura) 2016-2017– 'El centenario de un Nobel. Un libro y toda la soledad'. Ha editado varias obras de Cela, entre ellas La familia de Pascual Duarte y La colmena, y ha publicado varios libros sobre la personalidad y la obra de CJC (Camilo José Cela. Perfiles de un escritor, Renacimiento, 2008). Es autor de numerosas ediciones y estudios sobre las letras españolas de la segunda mitad del siglo XIX y del siglo XX. Ha dirigido más de treinta tesis doctorales. Es colaborador habitual de La Vanguardia en tareas de crítica literaria y cultural desde 1984. Entre sus últimas publicaciones destacan De Cataluña y España (Relaciones literarias y culturales, 1868-1960) (2014), Camilo José Cela. La forja de un escritor (2016), Variaciones Cela (2018) y el estudio preliminar a la edición de Fortunata y Jacinta (2019).
Tapa blanda
210 x 150 mm
576 páginas
8417950818
9788417950811

Leopoldo Alas «Clarín» (1852-1901), autor de La Regenta (1884-1885), una de las grandes novelas europeas del siglo XIX, además de forjar un universo narrativo excepcional, fue el mejor crítico literario del último cuarto del siglo XIX. Formado en los estudios de Derecho a la sombra de Francisco Giner de los Ríos, Clarín inició sus labores críticas (casi siempre en periódicos y revistas) en El Solfeo, un periódico menor, en 1875. Luego su mapa de colaboraciones en la prensa fue amplísimo. Priorizó la novela y defendió las poéticas realista y naturalista, aunque en la última década del XIX fue permeable a otras direcciones narrativas. De continuo se ocupó de sus novelistas preferidos: Pérez Galdós y Émile Zola. Se trata de «un crítico que piensa y hace pensar, que siente y hace sentir». Especialmente su labor crítica sobre Galdós tiene un acento de vitalidad permanente.

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