Entrad, bienvenidos, pasajeros cotidianos a habitaciones sedentarias acaso animadas con ronquidos monolíticos o metálicas palabras de aparatos compañeros en una soledad enumerada.
Cuadros, gustos ajenos vuestros por una noche, días que acaban a las doce de un apurado mediodía. Aposento distinguido de abiertas sombras pagas.
Quizá de amor escape en el terreno no comprometido o aventura imaginaria en el cuento de los niños. Sus espejos hoy vuestras caras miran Después otros recuerdos calcarán como lechos fulgorosos de soledades o placeres repetidos.
Acogida fría y perenne del viajero en venta o del vendedor en viaje; ni casa ni destierro árbol necesario para el descanso forastero,
paredes en donde albergo yo también mi atardecer de paso en la fuga acuartelada del tiempo.
Me recibe con sonrisas. Sin conocerme por mi nombre me llama, cama promiscua, cobra mi descanso.
Cambiará mi nombre apenas me vaya.
Limpiarán la sombra y otras sombras crecerán en las páginas de un archivo fiscal de puertas. 'Check in, check out' en el hotel precario de la vida.
Entrad, bienvenidos, pasajeros cotidianos a habitaciones sedentarias acaso animadas con ronquidos monolíticos o metálicas palabras de aparatos compañeros en una soledad enumerada.